La gran hazaña de Rod Laver en el us open de 1969
El
lunes, 8 de septiembre de 1969, Rod Laver jugó el partido más
trascendental en la historia del tenis masculino. En el gran estadio de Forest
Hills, en una match finalizado en lunes debido a la lluvia, Laver derrotó
a Tony Roche en la final del US Open.
Tras
su hazaña de vencer en los cuatro Grand Slams en 1962, igualando la gesta
de Donald Budge en 1938, y apartado de ellos durante seis años por su condición
de profesional, Laver repitió un logro para la inmortalidad. Cincuenta años
después, ningún otro jugador ha ganado los cuatro grandes en una misma
temporada.
Una
vez proclamado campeón en el Open de Australia 1969 (Andrés Gimeno), en Roland
Garros (Ken Rosewall) y en Wimbledon (John Newcombe), la preparación de Forest
Hills no fue nada sencilla para Laver.
Si
la presión por la posible gesta y la calidad de sus rivales no fuera
suficiente, Laver estaba a todas horas pendientes del teléfono. Su mujer, Mary,
estaba en California a punto de dar a luz a su hijo Barry.
Rod
Laver pasó las tres primeras rondas del US Open con relativa facilidad y sin
perder un set ante el mexicano Luis García y los chilenos Jaime Pinto Bravo y
Jaime Fillol.
Tras superar a Ralston en octavos, Emerson en cuartos y Ashe en
semifinales, el rival en la final fue su compatriota Tony Roche. Llovió toda la
semana y las pistas estaban húmedas. Aquel 9 de septiembre, Roche se impuso 9-7
en el primer set. Laver, que no se encontraba cómodo, pidió poder jugar con
unas zapatillas de clavos al juez árbitro. Este aceptó, y Rod ganó con
facilidad los 3 sets siguientes.
Oliver Fernández Mena.
Comentarios
Publicar un comentario